lunes, noviembre 07, 2005

Chile: Literatura en línea

Vilipendiada en un primer momento durante la década de los 80; mirada con desprecio e indiferencia en el mejor de los casos; masticada, mas no tragada, la afuerina y peregrina idea de trasvasijar el texto literario desde el papel a un formato digital no probado, era por lo menos, digno de ser investigado por la inquisición, o algún correlato más actual. En este contexto entonces, salvo las siempre existentes honrosas excepciones, ni hablar de la transitiva relación entre ciberespacio y literatura, simplemente no era tema, ni resistía análisis su inserción en el contexto literario de ese entonces.

Con la llegada de los noventa, la idea comenzaba a ser acariciada, pero únicamente por los “webmasters” del ámbito o el contexto universitario cercano a facultades con acceso a determinados procesos o arquitecturas tecnológicas a nivel de redes de datos y telecomunicaciones, como laboratorios de computación u oficinas de docentes y administrativos equipadas con computadores conectados a la red; en muy pocos casos todo ello relacionado directamente con las letras, situación que entonces tampoco desvelaba a los literatos de tomo y lomo.

A pesar de ello el formato que se plasmó desde 1995 comenzó a pegar y hoy en día existen en Chile alrededor de unos 200 sitios literarios indexados[1] en línea de manera general, aun así un importante sector de académicos y escritores más viejos tuvieron y tienen serias reticencias para tomar realmente en cuenta la importancia de la literatura en línea; sus razones varían entre la gran gama aceptable y van desde el robo intelectual; poca seguridad de los textos en relación al peligro de que sean manipuladas “on line”; inexistencia de una forma de validación intelectual o científica que legitime los contenidos literarios vaciados en la red de redes, o algún estándar o norma en este sentido; copyright; incluso copyleft; poca seriedad y rigurosidad, ya que cualquiera puede escribir sin haber pasado por las aulas y haberse tragado durante cinco años un plan de estudios estructurado, aunque quienes lo hayan logrado en muchos casos tengan serios problemas con la creatividad o, por lo menos, la ortografía; hasta el romántico y relativamente obsoleto argumento, de que el papel será siempre irreemplazable.

Razones que una a una han ido desplomándose con el tiempo y uso de la nueva tecnología, no sólo a causa de la peligrosamente omnipotente y omnipresente red que todo lo ventila, difunde y promueve, si no también a causa de los usos reales que el público objetivo de este segmento ha dado a estos contenidos en línea, usos y argumentos que son tan serios como aquellos que se utilizan para rechazar la idea de validar la legitimidad de la literatura que circula a través de la red, pues ellos se concentran básicamente en la consulta bibliográfica; estudio y análisis literario serio de los textos en red; cita electrónica[2] y por supuesto, como debería haber sido siempre, también debido a la real calidad literaria tanto de algunas pocas publicaciones, como de algunos pocos “autores digitales” descubiertos a través de la búsqueda en la red durante estos años.

LOS CONTEXTOS DE ORIGEN

Por allá por el 2002[3] Juan Oyaneder, del consorcio REUNA, en su investigación vía red logra establecer un par de puntos clave en la cronología sobre el origen y desarrollo de la literatura electrónica en Chile, puntos que, fungiendo además como ingredientes dan como explosivo resultado el actual contexto literario electrónico en Chile.

El primer punto, pero que no toca profundamente Oyaneder es la sempiterna pero anónima actividad literaria al interior y exterior de las casas de estudio, reflejo en cualquier caso de un país con dos premios Nobel de literatura, actividad no precisamente cien por ciento generada en facultades de letras o relacionadas necesariamente con las universidades del país, situación que de una u otra forma da como fruto, una vez por lustro, a algún “iluminado descubierto” que se eleva por sobre el común de los mortales.

Inclusive aclarando el punto de: “exterior de las casas de estudio, tenemos el hecho de que muchas organizaciones sociales y culturales acuden frecuentemente a algunas universidades para solicitar apoyo y soporte como patrocinios o auspicios en la promoción y difusión de algunas disciplinas artísticas o eventos culturales generados por estas instancias, entre ellas la literatura; esto por iniciativa propia y en otros casos por iniciativa de las universidades que a través de sus estructuras administrativas de capacitación externa, escuelas de verano, de adultos mayores, etc. anidadas en sus políticas de posicionamiento corporativo con el objetivo de insertarse, entre otros contextos, en la comunidad cercana ofrecen infraestructura y capacitación a segmentos sociodemográficos que, de otra forma, no podrían acceder a ello.

El segundo punto importante que Oyaneder toca muy bien es el de la dificultad que existe para quienes se encuentran al margen de una institución universitaria de publicar algún libro, obra de teatro, o literatura en general; en especial por la escasa y difícilmente accesible cantidad de recursos financieros o de instancias estatales coadyuvantes u otras con acceso a fondos destinados a promover la literatura; con ello ni siquiera nos referimos a la escasez de convocatorias anuales para postular a recursos, pues sabido es que, entre otros aspectos, el solo proceso de fundamentar los proyectos intimida a cualquiera, sin tomar en cuenta la extensión de los formularios y la increíble cantidad de iniciativas pre-priorizadas que se presentan en donde la literatura prácticamente no tiene mucho que hacer.

Si tomamos en cuenta el hecho de que los escritores jóvenes o los valores nacientes siempre se han enfrentado al problema solos, sin una editorial o una política social específica que los acompañe desde el inicio de sus vocaciones confiando sólo en el talento y proyectando así las utilidades que puedieran llegar a producirse, tenemos un panorama en el que es mejor dedicarse a otra cosa, pues raramente alguien con talento puede disponer de tres millones de pesos para montar un proyecto literario completo (diseño gráfico, revisión de pruebas, preprensa electrónica, imprenta, papel y materiales de calidad, difusión y promoción, distribución, control administrativo, etc.).

Nos enfrentamos entonces a un contexto en el que un escritor ante su imperiosa necesidad de producir o publicar encuentra una opción, una plataforma nueva con muchas proyecciones, a largo plazo, es verdad, pero segura, que garantiza al menos la difusión a nivel mundial de su obra y su reconocimiento como autor. Este contexto, por muy nuevo que sea, entrega como resultado seguro que cualquier escritor con alguna inquietud urgente no lo piensa dos veces y toma la oportunidad; y por lo visto desde 1995 año de la primera edición en línea del Ciudadano de dos Mundos de la Universidad de Concepción, a la fecha, realmente han tomado la oportunidad.

El tercer punto importante identificado por Oyaneder es que las universidades como poseedoras de una tecnología emergente en ese momento (1990), con infraestructura informática, servidores, laboratorios abiertos a los alumnos y a cualquier oportunidad de exploración; tecnología, por lo demás aun no muy masificada, funcionan a la vez como nichos o incubadoras de esta idea; curiosamente, debemos agregar, la mayoría de las veces empujados desde la base de la pirámide, no como algo prioritario a nivel de políticas institucionales o corporativas, sino como algo absolutamente “incidental”.

Para retroalimentar nuestras observaciones revisemos un poco lo que Juan Oyaneder concluía al respecto el año 2002:

· “Superada ya la reticencia de los poetas hacia las nuevas tecnologías, hoy Internet es una valiosa herramienta para difundir un género eternamente desplazado por las editoriales.”

· ”La lista de agrupaciones literarias surgidas al interior de casas de estudios es muy larga. Sin embargo, no todas contaban con el apoyo institucional, por lo que debían idear formas de financiamiento para la impresión, casi siempre artesanal, de sus trabajos. En la actualidad, con la introducción de Internet, estos grupos cuentan con una poderosa herramienta para difundir un género dejado de lado por la mayor parte de las editoriales, por una simple razón: el número de buenos poetas multiplicado por sus facturas líricas, no es proporcionalmente equivalente al número de libros de poesía que el mercado lector nacional adquiere. Ahora, si el libro es de un poeta aún no consagrado, la cosa es mucho más extrema.”

· “Las universidades chilenas facilitan su plataforma tecnológica para que alumnos y docentes cuenten con un canal de expresión para sus inquietudes artísticas”.


(Juan Oyaneder: Universia 2002)


EL ULTIMO PARÁMETRO

Finalmente agregaremos a los contextos de origen, iniciados por Oyaneder, un quinto punto que facilita la aparición y la explosiva progresión de esta situación desde hace algunos años hasta ahora, el cual es la innata inclinación etárea hacia las máquinas de los nuevos alumnos.

Sabido es que desde su aparición en el país en 1980 internet no era accesible a cualquiera, de hecho desde el momento en que aparece una interfaz gráfica amigable y con capacidades multimediales a nivel de estimular la experimentación con nuevas formas de presentar la información al usuario en los noventa, aun era accesible a un segmento muy específico y también es sabido que dentro de ese segmento existía un subsegmento importante a nivel etáreo que le temía a las máquinas por muy amistosas que se hubieran tornado.

A mediados de la década de los noventa, la juventud esta vez, comenzó a darse cuenta de su inclinación por esta tecnología y en el 2000 decíamos que los niños estaban orientados genéticamente a la tecnología pues para ellos era muy fácil entender y manejar controles y ratón, entenderse con la interfaz gráfica de usuario, ahora perfeccionada, más aun que los viejos con conocimiento, aunque también con miedo.

Una ecuación entre edad, orientación tecnológica y conocimiento dieron como resultado que los alumnos de pregrado que comenzaron a ingresar a las universidades a partir del 2003 ya manejaran, en un porcentaje relevante y con ventaja los tópicos básicos de esta nueva herramienta o plataforma, además sin miedo, la tónica era “echando a perder se aprende” o “aprender de los errores sin temor”.

Como dato al margen esto hizo que el uso de tecnología de desarrollo de interfaces gráficas de usuario, en los primeros años de estudio de una carrera universitaria, a nivel de desarrollo de aplicaciones básicas como sitios web, aplicaciones tipo clic, authorware y otras ya no se encontrara acotado al ámbito específico de los estudiantes de ingeniería, ingeniería informática y diseño, sino que se ampliara a otras carreras, entre ellas las pedagogías, periodismo y por supuesto aquellas que entregaban literatos al país.

Antes de ellos, docentes y técnicos enfrentándose a una nueva ola, habían ingresado al sistema abriendo caminos que posibilitaran la apertura a nuevos campos, entre ellos, el desarrollo web. Precisamente en el 2000 las publicaciones electrónicas de literatura comenzaron su asentamiento y progresión.

Hoy en día el panorama literario electrónico debe su crecimiento, continuidad y proyección a este perfil joven orientado tecnológicamente que ingresó a instituciones que certeramente, voluntariamente o no pusieron a su disposición nuevas tecnologías, nuevas herramientas, nuevas plataformas…las ideas ya estaban trazadas en algunos casos, en otros las trajeron ellos.


LA INDEXACION

En Chile, Conicyt, es quien otorga un número de serie a cada publicación con identidad clara y formal, que cumple ciertos estándares y requisitos de periodicidad e identificación precisa de sus editores responsables, esto trae como beneficio, entre otras ventajas, a la publicación figurar como una opción válida a la hora de ser revisadas por los lectores o ser una alternativa seria de análisis o difusión literaria. En sus bases de datos encontramos alrededor de cuarenta publicaciones literarias chilenas exclusivamente, algunas de ellas son en línea.

Por otro lado tenemos a Webstat4u, institución en un principio, con fines de lucro y cuyo objetivo era proveer de contadores de visitas a sitios, luego con el pasar de poco tiempo, como ocurre en internet normalmente todo cambió, y se proyectó con nuevos servicios, entre ellos entregar estadística, y es así como los datos de su servidor nos indican que en Chile a la fecha hay 141 sitios relacionados directa o indirectamente con literatura electrónica, sitios formales, informales, blogs, páginas sueltas, periódicos, portales y nukes (invision) etc.

LA CLASIFICACION

Hoy en día y a estas alturas es prácticamente imposible y de locos el tratar de hacer un estudio sobre la literatura en línea en Chile, por lo menos sin invertir una cantidad importante de recursos, ya que no solamente existen sitios formales de literatura y toda su variedad, sino también sectores de internet no accesibles a cualquiera, además de millones y millones de páginas personales que de alguna forma incluyen las inclinaciones literarias de sus dueños o autores, sea en una página secundaria dedicada a ello y comúnmente llamada “mis poemas”, o algún admirador que reescribe a sus autores favoritos, sin mencionar algunos “bromistas” que arrojan al aire una página única con poemas o cuentos, sin dirección, sin nombre, sin referencia, como una botella con un mensaje en medio del océano índico. Esto hablando de sitios fácilmente “encontrables” por el hecho de estar indexadas de alguna forma, ya sea por Conicyt o webstat4u, pero todo lo anterior se convierte en una verdadera punta de iceberg si tomamos en cuenta, como decíamos al principio, el hecho de la existencia de un internet cerrado y un internet oscuro (hasta el momento estamos hablando sobre lo que se considera internet abierto). En el primero la indexación es casi imposible hasta ahora, nada que agregar sobre el análisis; en el segundo la millonaria cantidad de sitios también debería ser analizada pues es, a pesar de sus orientaciones y transgresiones, una opción de literatura legítima bajo cualquier punto de vista, trabajo obviamente imposible hasta que se invente una herramienta indexadora integral.

Desde páginas sueltas que incluyen eventualmente poemas y cuentos, pasando por boletines electrónicos de eventos artísticos y culturales en donde lo literario es un anexo, navegando por las sólidas o tranquilas aguas de algún portal literario, cruzando frente a las serias y académicas bahías de publicaciones electrónicas formales de difusión y análisis universitario de la literatura en línea, hasta desembocar en los ríos de los actuales blogs, que más de una sorpresa nos han arrojado al rostro, podemos observar una increíble variedad de formatos literarios, como también extravagantes ideas de cómo ser escritor posteando un par de páginas pagadas en algún portal y desplegando los escritos que desde la adolescencia hasta los 80 años fuimos guardando bajo siete llaves con celoso tesón, al margen obviamente de la calidad, que como componente no interesa mucho si nuestros sueños fueron siempre ser inmortalizado.

Tengamos o no talento, la fama al fin ha llegado fácil a nuestros pies, gracias a la red de redes o el nodo de nodos.

Aún así podemos categorizar de una forma bastante empírica, pero efectiva, las letras que están en este fractal llamado Internet.

· Sitios personales entre cuya estructura hay una o dos páginas con poemas personales y cuentos de adolescencia, sin mayor relevancia a nivel de calidad literaria, salvo muy microscópicas e infinitesimales excepciones. En esta opción debemos aclarar que existen sitios personales que están dedicados completamente o de manera importante a la literatura, ya sea personal o haciendo referencias a autores ya conocidos.

· Boletines o publicaciones culturales y afines que incluyen la poesía y literatura como una de sus secciones secundarias, la mayoría de las veces consignada como eventos o efemérides.

· Webs de librerías y editoriales que poseen secciones de crítica literaria y en algunos casos incluyen algunos extractos de obras de sus autores con fines de promoción.

· Software sobre autores y que también son susceptibles de ser publicados, visualizados y navegados a través de la World Wide Web.

· Revistas electrónicas formales seriadas y por lo general, anexos de una universidad cuya plataforma tecnológica es utilizada para fines corporativos en que en el menor de los casos la literatura, su promoción, su explotación o difusión son considerados una “política corporativa o institucional”. [4]

· Portales literarios basados en software tipo “invision” bajo servidores con php, apache, mysql y obviamente -u óptimamente- corriendo bajo los demonios de linux.

· Blogs o Weblogs y Wikis.

A partir de ahora nos enfocaremos exclusivamente en este apartado, en los segmentos de revistas literarias formales, específicas y seriadas y los weblogs, por considerar en el primer caso la seriedad y trabajo sistemático como elementos importantes a la hora de analizar la relevancia, constancia y rigurosidad de una publicación que se mantiene y proyecta en el tiempo y el ciberespacio.

En el segundo caso por considerar al segmento de los blogs una nueva forma o herramienta enfocada al usuario lego, cuyo poder reside en poner letras en el aire como una vitrina de una manera muy amistosa que está dando sus frutos sin haber tenido nunca pretensiones de ser considerada en algún momento un espacio clave o formal en la literatura, pero que, por lo que hemos visto, se proyecta como una forma novedosa, válida y de asombrosa calidad en algunos casos, por ahora muy puntuales y específicos, no por la herramienta en sí, sino por el uso que le han dado algunos pocos usuarios que han demostrado ser con creces verdaderos escritores innatos, cigarras que durante años estuvieron escondidas bajo el suelo fértil de la tranquilidad alejada de los circuitos literarios “in”, pero que han emergido con fuerza gracias a esta herramienta y facilitados por el actual contexto literario electrónico.

No haremos un análisis detallado de cada una de las publicaciones, sitios, blogs o autores y sus historias, menos aun de todas las existentes, pues el objetivo del presente artículo no es precisamente ese, sin embargo entregaremos datos globales y que son o deberían ser considerados importantes por quienes se inician en el análisis de esta disciplina y nos centraremos para ello en los dos repositorios de literatura en línea más importantes del país: la Universidad de Concepción y a Universidad de Chile.

SERIADAS Y FORMALES

La Universidad de Chile en la década de los noventa se convierte en la decana de las publicaciones electrónicas no solamente por el hecho de ser junto a la Universidad de Concepción la que más tempranamente utiliza la plataforma tecnológica para poner en vitrina la literatura producida en sus aulas, recrear y mantener vigente la literatura de autores consagrados, sino también por el número de publicaciones posteadas casi simultáneamente lo que nos indica un esfuerzo de equipo o corporativo, un proyecto en que por lo menos se nota una política de desarrollo de publicaciones electrónicas en el área de la literatura especialmente.

Desde el año 1996 comienza su periplo con publicaciones como:

1996.- “Pares cum paribus”, Facultad de Ciencias Sociales.

1996.- “Cyberhumanitatis”, Facultad de Filosofía y Humanidades.

1999.- “El autor de la semana”. Sin datos de origen disponibles

“Los náufragos” (Sin fecha ni datos de origen disponibles).

“Retablo de literatura Chilena” ((Sin fecha ni datos de origen disponibles).


La Universidad de Concepción, por otra parte, inicia en 1995, un año antes que la Universidad de Chile, su aventura con la publicación:"El ciudadano de dos mundos” y de la cual se publicaron 10 números en papel y dos en línea hasta ahora, el primer número en línea fue lanzado en febrero de ese año en la Facultad de Ciencias Sociales. En este caso sí es destacable el hecho de que, al contrario de la Universidad de Chile, es un esfuerzo no centralizado, ni de equipo, ni de políticas corporativas, sino de iniciativas individuales. También al contrario de la Universidad de Chile, en la frecuencia de apariciones de estas iniciativas, en el caso de la Universidad de concepción vemos espacios de muchos años entre el nacimiento de cada una de ellas, lo que nos corrobora el hecho de que no es un trabajo proyectado, planificado o concertado.

De la misma forma percibimos el hecho de que las Facultades de Ciencias Sociales de ambas universidades tienen un rol preponderante en la generación de este tipo de iniciativas correspondiendo a las facultades de letras o humanidades el trabajar sobre la literatura, al menos por un asunto de semántica.

1995.- “El ciudadano de dos mundos”, Facultad de Ciencias Sociales

1999.- “Litterae”, Facultad de humanidades y Arte

2000.- “El amante de la China del norte”, Facultad de humanidades y Arte

2004.- “Níbula”, Facultad de humanidades y Arte

2005.- “Númina” Facultad de humanidades y arte (en proceso de revisión)

Destacable es el hecho de que ambas universidades cumplen con orientaciones y parámetros de Arquitectura de Información, aunque los aplican a un nivel básico, pues poseen una sección específica de publicaciones electrónicas, en la que es muy fácil encontrar lo que se busca, eso no se ve en otras universidades en línea y para rastrear sus publicaciones fue necesario un gran esfuerzo.

Por otro lado ambas universidades registran algunas de sus publicaciones en Conicyt por la serie ISSN, aunque en el caso de la Universidad de Chile es más completo, pues las mantiene en las bases de datos de otras instancias también, es curioso pues aquí se detecta nuevamente un esfuerzo corporativo por parte de esta universidad de mantener sus publicaciones, además de seriadas cumpliendo con estándares nacionales e internacionales en beneficio de usuarios y universidad.

LOS BLOGS

Desde la aparición de esta modalidad de posteo en web, muchos son los que se han alineado a favor de la idea de que es lo mejor que ha sucedido, la publicación en web accesible a todo público y dentro de ello no sólo a los iniciados que con complejas herramientas creaban universos on line, sino también para los legos, quienes con un par de pasos y unos diez o quince minutos conectados tienen montadas sus estructuras en red y pueden comenzar a llenarla con lo que deseen, fotos, música, video, texto.

En un primer momento no hubo revuelo, pero hoy en día el furor apaga las voces incluso de quienes son detractores.

Presentaremos dos ejemplos claros, pero indexados[5], de lo realmente sorprendente de esta herramienta que ha sido ya integrada a muchas disciplinas; el primero de ellos es el de Carolina Moro de Santiago de Chile y el segundo de Matilde Carrasco Escudero de la Universidad de Concepción, pudimos haber escogido a muchos otros blogs que poseen poesías o experiencias personales narradas por sus autores con barnices más o menos cercanos a la literatura, pero estas dos elecciones ganaron la elección porque son la expresión clara no sólo de lo que existe actualmente a nivel de blogs en que lo personal es lo primario y lo anexo la literatura -cuando la hay- sino que estas dos mujeres son lo contrario, si bien la temática de todo es la intimidad, la individualidad, o sea lo personal, pero lo personal bella y profesionalmente narrado.

En el caso de Carolina Moro (http://carolinamoro.blogspot.com/), que habla a través de su personaje Lullaby, nos encontramos con una riqueza interna que exaspera por la evanescente originalidad de su narración, no se detecta si estamos frente a un televisor en el que se proyecta una película de corte existencial (Fassbinder o Herzog y en blanco y negro perfectamente) en que ella es el narrador, aunque sin palabras sino con golpes ideográficos lumínicos; tampoco sabemos si estamos frente a una persona de carne y hueso o frente a alguien que es sólo pensamiento y análisis existencial, aunque la náusea lo inunde todo menos aun podemos decir con veracidad que ella exista como Carolina Moro, la duda de si es una profesional de las letras o alguien que un día sólo decide “expresar” cruza todo el blog, Lullaby o Carolina Moro es, o son simplemente perfectas.

"Éstas son las últimas cosas. Desaparecen una a una y no vuelven nunca más. Puedo hablarte de las que yo he visto, de las que ya no existen; pero dudo que haya tiempo para eso. Ahora todo ocurre tan rápidamente que me cuesta seguir el ritmo. No espero que me entiendas. Tú no has visto nada de esto y, aunque lo intentaras, jamás podrías imaginártelo"


“…Al principio todo estaba bien, casi perfecto, pero algo cambió. Cada vez que Lullaby salía de la casa de él, levantaba la vista: nubes grises por todas partes, ni un punto claro. Invierno, verano, daba lo mismo. Entonces Lullaby regresaba a su casa arrastrando los pies como una vieja, como cansada de algo, como no feliz, como sin risas ya.

Y comenzó la simulación. Y pretender que todo estaba bien, que esos encuentros furtivos la llenaban, que ese poco compromiso era lo más cómodo después de todo, que nadie salía perdiendo, que ninguna herida sin sangre se asomaría jamás, y que los versos que Lullaby seguía odiando y que el Poeta seguía escribiendo, ya no se inspiraban sólo en ella. Entonces el límite de repente apareció; un límite explosivo, sin adornos de colores y sin guirnaldas brillando de forma estúpida. Un límite que hizo a Lullaby desertar cuando, después de todo y después de mucho, seguía aún siendo una maldita-chica-extraña-solitaria-y-sola.

Lo mejor de todo, en cambio, fue matar al Poeta. Sin pensarlo mucho y de un día para otro, Lullaby lo enterró sin ataúd. Muertes que son olvidos, que parecen fantasmas, que no vuelven más. Cortes fríos, no más llamados, no más visitas, no más encuentros, no más desnudos, no más simular, no más querer. Escritor, músico, seudo poeta, profesor que no le hacía clases, barman o ingeniero en ciernes; ahora le daba lo mismo. Ahora Lullaby los ahuyentaba a todos como si en ello se le fuese la vida…”


Por otro lado la creación literaria de Matilde Carrasco

“ No te veré nunca más. O tal vez en algún momento de las futuras vidas nos encontremos en algún lugar... de casualidad.
Tal vez sea lo mejor. Creo que es lo mejor
¿Seré realmente frágil?. No lo sé, creo que he soportado todo bastante bien
Lo gigantes lejanos ganaron esta guerra. Era algo obvio, la battala o guerra estuvo perdida desde el principio
Yo soy la única perdedora. Y lo acepto.
Finalmente había alguien más. Ese alguien que siempre ha existido…”

“ Ya no fui una cantante de rock, tampoco una skater famosa auspiciada por tiendas, pero de verdad creo que he tenido una buena vida, llena de peleas, de penas, de alegrías, de amor, de odio, de viajes…”

“ Por lo mismo sólo puedo decir que han sido los mejores 23 años de mi vida. Y los que vienen en adelante, serán mejores aún…”

“ Los pensamientos van y vienen, los cuestionamientos más aún. La verdad es que son períodos o momentos específicos de una vida en la que sólo espero descansar y dormir.
No soy una mente que acostumbre a soportar tanto, tal vez hasta ahora he demostrado una naturaleza y valentía que ni yo misma sabía que tenía.

Las decepciones no eran algo que abundara en mis historias, pero ahora son parte del paradigma en el que se ha convertido mi vida.

Cuatro etapas de un momento crucial, del que pase de la felicidad a la tristeza, del amor al odio, del no importarme nada, hasta la melancolía más trágica.
Sólo de esa manera se comienzan a enlazar mis vínculos…”


CONCLUSIONES

Luego de este trabajo que comenzó siendo sólo una página no podemos terminar sin darle relevancia a algunos puntos que a pesar de su aparente liviandad son muy importantes, el primero de ellos aun cuando no tiene relación con el tema central, no es la importancia de la historia de la literatura en línea en Chile, su estadística, su acotación o establecer bases epistemológicas en relación a esta temática, menos aun el propiciar méritos que por muy merecidos que sean dejan en desmedro a otras partes, sino dejar de manifiesto algunos puntos clave que actualmente están en el ámbito de las curiosidades en este campo.

El primero de ellos es el hecho de que existe una situación que es progresiva geométricamente, la explosión de la literatura en línea en un lapso temporal muy corto en “tiempos internet”[6]. Esto trae como consecuencia un caos literario electrónico de proporciones, todos escriben, para todos se escribe, desaparece el lector individual como segmento receptor específico de contenidos y aparece el lector global que a causa de la gran cantidad de oferta literaria “consume” de todo sin un parámetro que mida los niveles de calidad. En este sentido tienen razón los literatos de tomo y lomo. Pero, por otro lado, este punto trae aparejada la ventaja de la posibilidad de crear una instancia, también virtual pero formalizada que aplique estándares a través de anillos temáticos o semánticos, esto podría ser hasta redituable para la institución que lo acometa.

El otro punto es el escritor virtual, ¿Qué lo hace?, ¿Qué lo crea o compone?, ¿Cuáles son los procesos internos y externos que lo convierten de la noche a la mañana en una persona con capacidad de dejar atónitos a los que han pasado años trabajando en su literatura sin lograr siquiera un reconocimiento?, ¿Cómo se llega a él, y a través de él hasta dónde o quienes se llega?, ¿Es una variable susceptible de ser estudiada, controlada, difundida y promovida gracias a sus méritos literarios?, ¿Cuáles son las utilidades que esto podría tener?, ¿Podrían estas situaciones ser un elemento que estimule la creación de instancias que apoyen y patrocinen a aquellos literatos que no tienen capacidad de publicar por “razone$ técnica$”.

El otro punto es el lector virtual.


Finalmente como homenaje al iniciador de este tipo de estudios en red nos despedimos con sus propias palabras:


No se debe ser ingenuo. La masificación de Internet en ningún caso hará que en el país se lea más poesía, pero sí facilitará que los lectores asiduos a este género tengan acceso a las obras de poetas emergentes, de nuevos valores que sin esta plataforma tecnológica, estarían prácticamente destinados al ostracismo literario hasta el momento de una eventual publicación. Internet, en ese sentido, es quizás el mayor aporte, luego de la imprenta, a la difusión de las obras literarias y su aprovechamiento parece aún estar en pañales. Hacen falta iniciativas, crear nuevos sitios, organizar concursos, charlas a distancia; en fin, sacarle todo el provecho a un medio que ofrece infinitas posibilidades. Por su parte, los autores deben familiarizarse con la red, olvidar la nostalgia por las máquinas de escribir, y ser capaces de compatibilizar sus legítimas aspiraciones de lubrificar sus obras con el amplio universo de lectores que ofrece Internet. (Juan Oyaneder)

Todo por la difusión de la poesía, arte que ha dejado tan bien puesto el nombre de Chile en el mundo entero. Que el verso sea como una llave/ Que abra mil puertas./ Una hoja cae; algo pasa volando;/ Cuanto miren los ojos creado sea,/ Y el alma del oyente quede temblando.// Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;/ El adjetivo, cuando no da vida, mata, Arte Poética, (Vicente Huidobro).


Referencias


[1] Sitios que han sido indexados por webstat4u, estándar de medición de visitas, y que categoriza sus contenidos por tema y por Conicyt Chile, que en su base de datos en línea consigna a revistas seriadas con ISSN a alrededor de cuarenta publicaciones, algunas de ellas en línea.

[2] La tendencia indica que cada vez más los sitios literarios “on line” son citados como bibliografía, de hecho existen esfuerzos por estandarizar esta opción.

[3] Universia 21/02/2002 Literatura universitaria en Internet: versos virtuales 2002.

[4] En este segmento está también la contraparte: es cada vez más perceptible el hecho de la aparición de portales y revistas formales independientes, que no pertenecen a instituciones y que su objetivo es producir literatura con fines desde filantrópicos hasta fines de lucro, lo cual obviamente no es condenable en absoluto.

[5] Recordemos que por un sitio indexado debe haber muchos sin indexar en la misma temática y muy probablemente con la misma o superior calidad.

[6] En un solo año se sextuplicaron los sitios literarios a causa del surgimiento de la herramienta weblog.

jueves, mayo 26, 2005

Reflexión 2

1.- DIOS es Información.
2.- Todo lo que nos rodea es información.
3.- Todo lo que rodeamos es información.
4.- Somos nodos de información y a través de redes somos un fractal.
5.- La información es manipulable.
6.- La información es omnipresente.
7.- La información no se pierde, ni desaparece.
8.- La información siempre es recuperable.
9.- La información es un bien transable.
10.-Todo lo que haces es información y al ser decodificada por otro sistema es comunicación.


AGREGARE MÁS A MEDIDA QUE VAYA DESARROLLANDO LA CLASE

JCPI

jueves, enero 20, 2005

Protoarquitectura de información o consumo de setas en la prehistoria

No recuerdo exactamente cuándo, pero un día mi padre llegó con un libro en el que había muchas pinturas rupestres y no fue sino hasta que comencé a admirar sus trazos y a enterarme de la forma y los lugares en que las elaboraron en que comencé a reparar en el hecho de que no podía hacer sólo una lectura primaria e informativa de cada una de las ilustraciones.
La explicación de los arquéologos no me satisfacía, era obvio que en muchas de ellas había representaciones de animales, de escenas diarias, grupales, de caza y cuyas explicaciones sobre su semántica eran razonablemente lógicas en este caso; pero había otras en que estaba internamente convencido de que el pintor anónimo quería expresar, transmitir algo más allá de meras imágenes sobre situaciones cotidianas.

Postergué con el paso de los años ese misterio, pero no lo olvidé.

Cuando tuve oportunidad de retomar, más maduro y con más herramientas el misterio, en especial las que me ha entregado la A.I., me dediqué por completo a develar, hasta donde se pudiese, los laberínticos y recónditos rincones de la mente del pintor y me encontré con un mundo de más misterios, una pregunta respondida eran diez preguntas nacidas.

Desde la preparación de los materiales, en donde, aunque fuera sólo un trazo, significaba toda una preparación previa con colorantes naturales de tonos amarillos, rojos, ocres y negros, con todos sus tonos, los tintes procedentes de manganeso, óxido de hierro, de carbones vegetales, hematíes, limonita, caolín, etc; diluidos en sangre, resinas de árboles, grasas animales y jugos vegetales; aplicados con pinceles, espátulas, con un pedazo de cuero o con los dedos de las manos, hasta el lugar escogido para dejar la huella o la pintura, todo obedecía a un hilo conductor que me confundía aun más; la localización de la pintura en torno a lugares estratégicos (puntos altos de control de territorio, pasos naturales, estrechos, etc.) me llevó a considerar que fue realmente la disposición en torno a estos lugares, entre otras razones, lo que primó a la hora de elegir el espacio donde entregar información rupestre, aunque ello supusiera despreciar lugares que por sus características de protección, dimensiones y soporte rocoso, resultaran más adecuados.

Lo peor no vino sólo cuando pensé que en un arranque de surrealismo, quizá por la ingesta de alguna seta, el pintor infraponía o sobreponía en capas, imágenes, unas sobre otras con una lógica que siempre supe existía, aunque nunca supe cuál; lo peor vino cuando ví pinturas rupestres que me mostraban seres con escafandra o un disco volador posado en medio de la pradera junto a animales, o el dios cornudo del Santuario de Trois-Fréres, las pinturas rupestres africanas, europeas, australianas, latinas, etc. todas con sus peculiaridades terminaban hablando en otros códigos cuyas lecturas sólo podían ser realizadas o decodificadas a la luz de la A.I.
Ni siquiera quise hacer el intento de derivar mi investigación pseudoarqueológica hacia la escultura.

Hoy en día, ya más reposado y sin dejarme confundir por los árboles del bosque, hay algo que rescato de todo aquello y es que llegué a la conclusión de que, no importando lo figurativo o simbólico del mensaje, siempre existió allí una Arquitectura de Información, y por qué no, tal vez una "Protoarquitectura de información" un proceso, que incluso podría resultar más revelador que las disciplinas clásicas a la hora de querer inferir sobre qué mensaje quisieron transmitir con aquellos datos, un proceso que probablemente nos devele detalles más certeros sobre lo que pudiese haber sucedido en un contexto determinado o sobre qué deseaba expresar puntualmente a nivel interno el anónimo artista de ese espacio-tiempo, pues a través de la A.I. podemos iniciar un retroviaje por el cerebro del autor, inferir y acompañar sus conexiones neuronales, recrear su entorno y ambiente, sus urgencias, sus dudas; podemos invertir el proceso de A.I., al menos semánticamente, comenzando por desfragmentar mediante la semiología u otra herramienta A.I. el producto final y cruzando inversamente a través de las fases hasta la etapa de fundamentación, donde se encuentran los objetivos que busca el protoarquitecto con su interfaz, el por qué de la elección de su público objetivo escogido o audiencia, el contexto o perfil sociodemográfico, la definición de los parámetros técnicos para desarrollar la interfaz, ¿aire libre o cueva?; ¿roca, árboles o arena?; ¿pulidos o no?, etc.
Por este retroviaje podríamos llegar al punto de la elección de plataforma o el soporte adecuados, y finalmente la elección de las herramientas; pasando por la etapa de implementación en donde encontramos el diseño de la estructura y la interfaz, el diseño de contenidos, el diseño de navegación, en el caso de pinturas seriadas en una sola cueva o conjunto de rocas en el caso de los petroglifos, y finalmente el fuerte de los protoarquitectos: el diseño gráfico.

Si yo escojo un material, un soporte y no otro para expresar algo es porque mi público objetivo me entenderá mejor si uso otros destinados a otra audiencia, si escojo un momento y no otro, un lugar y no otro, es porque tengo definido precisamente dónde quiero llegar y cómo; si uso un símbolo sobrepuesto es porque tengo un mensaje no lineal que entregar que puede ser decodificado exclusivamente en otros niveles de lectura o con otras lecturas, excepto el nivel o lecturas primarias.
Finalmente en algún rito nocturno a la luz de las antorchas lanzar, inaugurar, o como llamamos nosotros hacer un upload o liberación de la interfaz, para que la audiencia o la tribu la haga pedazos.
¿Y si la infra o sobreposición de capas en una pintura rupestre haya sido un intento de rediseño, un borrón y cuenta nueva al estilo de los mejores palimsestos?... ¿tendríamos el ciclo completo?.

Hubo allí un usuario, una masa que necesitaba ser comunicada de algo, hubo un objetivo en la conceptualización de un diseño sobre cuero o roca y en función de él se escogieron los materiales y el lugar, hubo especificaciones de contenidos, pues el pintor uso un ciervo infrapuesto sobre una multitud o un ser humano y no un ave, o un pez, quizás y completando el párrafo anterior hubo un diseño de interactividad, ya que cada vez que se acercaba alguien del grupo de protousuarios a observar la pintura o petroglifo hubo un intercambio de datos a nivel psicolingüístico, semiológico, pragmático si se quiere, hubo texturas, olores y colores que provocaron o evocaron en cada uno diversas reacciones emotivas, químicas, políticas e incluso físicas; hubo un diseño de navegación, diseño de información, en fin diseño visual y de interfaz (Garret), si se escogió muro en vez de cuero, o en otros casos como el de los petroglifos se escogió piedra expuesta y no una cueva cerrada, es porque estamos hablando de una planificada elección, adquisición y distribución de elementos, de una inteligencia, de un proceso, incluso de una tecnología.

Lo que no podemos negar es que en todos los casos hubo una partida desde lo abstracto a lo concreto y hubo una concepción y una culminación (Garret otra vez), ¿que les parece?… la primera Experiencia de Usuario.
Hoy tenemos mejores herramientas, y hacemos exactamente lo mismo, a nadie se le ocurriría martillar un clavo con un atornillador, excepto a algunos niños o a algunos artistas en sus montajes... pero el proceso no ha cambiado mucho, sí los enfoques y la trans o multidisciplinariedad.
Quizás no hubo nada excepto el consumo de alguna seta alucinógena por parte de nuestro simpático protoarquitecto, quizás al igual que el Quijote no debí intoxicarme tanto con libros de A.I., menos aun con Morville, Tufte, Shedroff, Rosenfeld, o Tal vez no debí sugestionarme tanto con la afirmación de Raskin en el contexto del diseño de información (Danger), por último probablemente nunca debí dejar entrar en mi vida a Javier Velasco, Malisa o Jorge Arango y sus traducciones...

...pero insisto ... allí siempre hubo una A.I. y algo más que un protohippie
Ps: no quemaré mis libros
JCPI

jueves, enero 13, 2005

Diseño global y A.I.


El diseño es una de las partes básicas y más delicadas de todo proyecto GUI (Graphic User Interface), allí la creatividad juega un papel relevante a la hora de desarrollar, ya sea que éstas se encuentren o no en el campo de las plataformas fijas o en los soportes distribuídos interactivos: herramientas case, software, tutoriales, e-cards, websites, o aplicaciones en red, proyecciones y variantes de cada una, con objetivos, corporatividad, estándares, mensaje a entregar, y/o pauta conductual a conseguir. En este mismo sentido los fundamentos de la A.I. (Arquitectura de Información), referencian a las características que deben tener los objetos y procesos en la interfaz para que sea más fácil o difícil usarlos, u orientarlos, o también interactuar con ellos, posición en la que se encuentran, tamaño y atributos del mismo, además de la navegabilidad de las interfaces.
En este sentido, y en relación a lo anterior cualquiera puede pensar que todo lo dicho por la A.I. es evidente, y de hecho generalmente lo es, pero más sorprendente es aún la gran cantidad de veces en que no se aplican estos fundamentos, logrando por tanto paradojalmente, que la usabilidad y orientación de nuestra interfaz, además de nuestra fundamentación y procesos, especialmente a niveles corporativos, se vean claramente comprometidos.

Esto no poseería mayor relevancia si las GUI que estamos supervisando o creando no trascendiesen límites contextuales o físicos determinados, como es el caso de un diseño doméstico con fines de prueba, diversión o tutoría, o en el caso de querer diseñar un website, un programa para TV digital, o un Sw. sin pretensiones mayores que las de un producto orientado a un Público Objetivo acotado, informal, como amistades o familia. Pero cuando nuestra GUI no está en el contexto de lo anecdótico o desechable y, más aún, forma parte de un contexto o un corpus formal, la situación da un giro de 180 grados hacia el área de la complicación.

Diseñar es fácil, más fácil aún tomando en cuenta la inclinación del ser humano innata por diseñar, si a eso agregamos las facilidades de hoy en día para diseñar, auxiliados por softwares dedicados y amistosos, me sorprende que no todos seamos diseñadores, aunque sea de medio pelo. Pero en el campo de lo profesional, de lo formal el diseño de una GUI implica, además del diseño lato una orientación a procesos, aplicación de heurísticas, de normas y estándares locales, nacionales e internacionales, equilibrios, un amplio conocimiento del P.O. en otras palabras la aplicación de Arquitectura de Información, siendo esta parte del proceso de desarrollo de una GUI tan onerosa y delicada como la primera, orientada a entregar la interfaz, con la diferencia de que, en esta fase del proceso, el profesionalismo y conocimiento del área es el que está presente cruzando de arriba abajo y de lado a lado todo el ciclo, marcando muy claramente la diferencia entre el aficionado chapucero autodidacta y el técnico-profesional.

Peor aun, en una corporación de peso el equipo desarrollador no puede darse el lujo de dejar detalles a la deriva, el ridículo, el descrédito profesional, e incluso las demandas de tipo legal, por conceptos de copyright especialmente, acechan a quien no aplica al cien por cien los elementos críticos del diseño GUI. El problema no es tanto una responsabilidad o imagen individual, sino el arrastre tras de sí al ridículo a toda una institución, en especial en el caso de organizaciones en procesos de posicionamiento, como universidades, cuya función, entre otras, además de generar conocimiento es el de investigar, evaluar y escoger formalmente los soportes en que se distribuirán los contenidos destilados en el proceso de generación de conocimiento; no es solamente un asunto de imagen corporativa lo que está en juego, sino el rigor, la seriedad en un contexto eminentemente científico que implica ser un aporte creíble ante la comunidad local, nacional e internacional, por lo mismo no se puede evaluar, ni mucho menos aun avalar una GUI exclusivamente por su diseño, sino por la fiabilidad de sus procesos, orientaciones,evaluaciones, o A.I.
JCPI

miércoles, noviembre 10, 2004

Reflexión 1

Donde haya información, especialmente si es estructurada, es porque existe un proceso y como sabemos los procesos no nacen ni de la nada, ni por generación espontánea, donde hay un proceso es porque hay detrás una tecnología, pero más que tecnología una inteligencia. Sin embargo lo que no debemos perder de vista jamás es el hecho de que donde se encuentren información, proceso, tecnología e inteligencia, ya sea juntos o dispersos en un mismo contexto es porque hay un fin y ese fin puede ser objeto, o de nuestro análisis, o de nuestro temor.
JCPI